OLIVER & THE POOL

OLIVERIO Y LA PISCINA

con dirección de Arcadi PALERM-ARTÍS

KI VISUAL S.A DE C.V - como PROD

Primer largometraje - Post-Production 2020

Oliverio, hijo único de 13 años, llega a su casa desde el crematorio y se sienta en la tumbona junto a la piscina, sosteniendo las cenizas de su padre. En esa tumbona, Oliverio aprenderá a perdonar (a él ya otros), a recuperar su voluntad de persuadir a la felicidad e incluso a enamorarse.

    • Año de producción
    • 2020
    • Géneros
    • Primer largometraje, Comedia, Drama
    • Paises
    • MÉXICO
    • Idiomas
    • ESPAÑOL
    • Presupuesto
    • 0.6 - 1 M$
    • Duración
    • 103 mn
    • Directores
    • Arcadi PALERM-ARTÍS
    • Guionista(s)
    • Arcadi PALERM-ARTÍS, Gibrán PORTELA
    • Productores
    • Milko LUIS (Ki Visual S.A de C.V)
    • Sinopsis
    • Oliverio tiene 13 años y es hijo único. La misma noche en que sus padres anuncian su divorcio, Rómulo, su padre, cae muerto de un aneurisma. Oliverio llega a casa desde el crematorio y se planta en una tumbona junto a la piscina. Él culpa a su madre; se culpa a sí mismo. Todos los actos han perdido importancia. Todo es sin propósito, imponiendo la realidad que en cualquier momento - ¡Bam! Estas muerto.
      Oliverio decide no moverse de su tumbona. A partir de ahora, ahí es donde vivirá. La inquietante combinación de nihilismo, desencanto, culpa y odio hace que Lily, su psicoterapeuta madre, se obsesione. Y mientras Oliverio se encuentra postrado, la vida continúa junto a la piscina.
      Es visitado por su tío Remo, el gemelo idéntico de su padre, y el único adulto que no trata de mentirle. Mariana también viene de visita; Ella es su compañera de clase que se ofrece voluntariamente para ayudarlo con su tarea.
      Mientras tanto, la mera existencia del amante a largo plazo de Lily hace que se culpe a sí misma. Sin embargo, su culpa se manifiesta en forma de una cucaracha.
      En su intensa búsqueda de inmovilidad y éxtasis, Oliverio aprende a perdonarse a sí mismo. Comienza a entender a su padre, al menos en términos de su muerte, y abre las líneas de comunicación con su madre. Pero Oliverio también se enamora, y es esta emoción efervescente y explosiva la que lo pone en marcha, lo que lo obliga a dejar atrás la tumbona y la piscina.